SUCESOS
Carlos Arguedas C. carguedasc@nacion.com 09:56 p.m. 18/09/2011
El 15 de marzo pasado se localizaron los restos de dos hombres en una playa de Puerto Jimˇnez de Golfito, Puntarenas.
Tras buscar personas desaparecidas en la zona, se pens— que podr’an ser los austr’acos Herbert Langmeier, de 65 a–os, y Horst Hauser, de 67, quienes desaparecieron, el 25 de diciembre del 2009, de una casa en Dos Brazos de R’o Tigre, en Puerto Jimˇnez.
Agentes del OIJ obtuvieron muestras del ‡cido desoxirribonucleico (ADN) de familiares para compararlas con los restos.
Cinco meses despuˇs, la prueba genˇtica determin— que los restos eran de Langmeier y Hauser, y que fueron asesinados. Con esa informaci—n se detuvo por los cr’menes a un sujeto de apellido Arias, pe—n de los austr’acos.
Novedad. Casi de manera paralela a cuando el OIJ resolvi— este caso con ayuda del ADN, la Corte Plena creaba un banco de perfiles genˇticos para que la Polic’a pueda aclarar con mayor facilidad delitos complicados como homicidios y agresiones sexuales.
La base de datos guardar‡ informaci—n que se extraiga de restos humanos localizados, de sospechosos de delitos con una pena mayor a cinco a–os, y de familiares de personas desaparecidas y de v’ctimas.
Si el archivo hubiera existido, la identificaci—n de Langmeier y Hauser habr’a durado unos cinco meses.
El magistrado Josˇ Manuel Arroyo, uno de los impulsores del proyecto, dijo que este instrumento cient’fico permite dar seguridad jur’dica para incriminar a un imputado o para descartarlo.
Explic— que un elemento humano localizado en una escena del crimen, al ser sometido a una comparaci—n con el ADN de un sospechoso, en caso de salir positivo, representa un 99,99% de que pertenece a esa persona.
El magistrado dijo que la informaci—n almacenada en el archivo ser‡ confidencial y manejada con la mayor seguridad. A–adi— que tendr‡ dos bases: una que guardar‡ la informaci—n genˇtica, y otra con los datos de la persona a la que se le extrajo la muestra.
Mientras, la jueza penal Isabel Porras Porras, quien particip— en la creaci—n de esta base de datos, dijo que el archivo se manejar‡ con un reglamento aprobado por la Corte Plena, en el que se tom— en cuenta la confidencialidad de los datos y, por eso, no se lesionar‡n los derechos fundamentales.